La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) insistió hoy en que se instale en Quito el quinto ciclo de los diálogos de paz, suspendido el pasado lunes por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a raíz de los atentados contra la Policía.

"Nuestra delegación tiene un mandato para continuar con el proceso de conversaciones, establecer acuerdos con base en la agenda pactada, así como también para establecer un nuevo acuerdo de cese bilateral de fuego (...) o de continuar las conversaciones en medio del conflicto como ha sido el interés del Gobierno", señaló el ELN en un comunicado.

El jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano, Gustavo Bell, confirmó hoy que se quedará en Bogotá y no viajará a Quito para reanudar las negociaciones de paz, acatando la orden presidencial.

Al ordenar la suspensión de los diálogos por el atentado del pasado sábado en Barranquilla, que dejó cinco policías muertos y 41 heridos y que se atribuyó esa guerrilla, Santos dijo que no los reanudará "hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones".

Al respecto, el comunicado del ELN, firmado por su Comando Central (COCE), criticó al Gobierno por pedir "coherencia para continuar los diálogos" cuando consideran que "respetar lo acordado frente a los testigos internacionales implica cumplir los compromisos adquiridos".

"Por tanto, lo procedente es instalar el ciclo quinto para renegociar un nuevo cese bilateral que resulte más favorable a la población y darle desarrollo a los puntos de la agenda, que comienzan con la participación de la sociedad", agregó la información.

De otro lado, el grupo guerrillero insistió en que desde que terminó el cese el fuego bilateral, vigente entre el 1 de octubre de 2017 y el 9 de enero pasado, todas sus "estructuras" están "realizando operaciones militares que venían en curso desde los días previos en que se inicia dicho acuerdo".

"El acuerdo era suficientemente claro para la opinión y para nuestras fuerzas. Era un cese de carácter temporal y, por tanto, se entendía que se trataba de una tregua", detalló el ELN.

Además del atentado en Barranquilla, el ELN también atacó a la Policía la vecina ciudad de Soledad, con resultado de cinco heridos, y en el caserío de Buenavista, que hace parte del municipio de Santa Rosa, departamento de Bolívar, que dejó dos uniformados fallecidos y dos heridos.

Los atentados ocurrieron luego de que la semana pasada Bell se reuniera en Quito con delegados del ELN para tratar de reactivar los diálogos y acordar un nuevo cese de las hostilidades.

EFE